Y para ti, ¿qué es ser un adulto?

“Entre más reconocemos el derecho de vivir nuestra propia vida, más somos capaces de ver al otro”

Hace poco tuve la oportunidad de asistir a un taller para adolescentes dónde se relacionaban tres conceptos; la libertad, la responsabilidad y la pareja.

Con esta pregunta se daba comienzo al primer coloquio del taller. Mientras los adolescentes hablaban sobre la idea de; qué era ser un adulto yo me sorprendía con mis reflexiones.

Yo he crecido con la idea de que ser adulto es; hacer cosas que no te gustan, asumir las consecuencias de tus decisiones y cumplir con las obligaciones. A día de hoy me doy cuenta de lo duro y aburrido que es ser un adulto desde esta idea y por otro lado me pregunto: ¿Qué son obligaciones y quién decide que lo son?

Los jóvenes relacionaban ser adulto con “hacer lo que uno quiere en cada momento”, más tarde fueron añadiendo la responsabilidad, la responsabilidad de hacerse cargo de sus propias emociones.

Qué importante trabajar y/o dirigirnos hacia la responsabilidad emocional, o mejor aún, la libertad emocional, desde luego que eso sí es ser un adulto. Ser libre para sentir lo que sientes, permitirte hacer lo que quieres aunque haya miedo, responsabilizarte de lo que sientes sin culpar a nada o a nadie externo.

¿Eres quién quieres ser?

Volviendo al concepto de los adolescentes de hacer lo que uno quiere y teniendo en cuenta la energía de ariana-marciana que hay ahora mismo en el cielo, me pregunto; ¿Cuántos de nosotros nos hacemos responsables de todo lo que deseamos? Si asumimos las consecuencias de desear, de tener sueños, es decir, si honramos esos sueños dirigiéndonos hacía ellos, hacia lo que queremos y anhelamos.

¿Te permites ser tú, te honras?

Quizá con excusas como; el miedo, el trabajo, la familia, la edad… etc. Dejamos de hacernos responsables de quienes somos, de lo que de verdad queremos, de amarnos y nutrirnos con lo que nos da disfrute en la vida.

¿No es esto lo que significa “ser un adulto”?

Ser valientes para asumir nuestra propia libertad.

La responsabilidad y el compromiso de darte valor, de dar valor a lo que deseas, de nutrirte a ti mismo antes de hacerlo con un otro o de esperar que un otro te nutra. La responsabilidad de darte amor, de disfrutarte en todos los aspectos de tu vida antes que atender cualquier cuestión.

¿Cuánto protagonismo tomas en tus prioridades?

¿Qué tipo de relaciones creamos cuando somos falsos adultos? (adultos por edad y niños en gestión emocional)

Relaciones que buscan salvadores/as, protectores/as, que nos cuiden y nos nutran de la forma que queremos y necesitamos para sentirnos amados. Y cuando no nos lo dan, nos frustramos y nos enfadamos exigiendo nuestra necesidad como la única verdad.

Existen diversas formas de amar, de nutrir y compartir. Ser consciente de cuál es la tuya, te permite reconocer la de los demás. Te permite sentirte amado aunque lo que recibes no es la manera aprendida del amor o la coraza aprendida ante el miedo. A veces la forma de entender el amor, es la manera en que hemos aprendido a protegernos de niños.

La energía Capricorniana actual, nos habla exactamente de ser adultos, de hacernos cargo de nosotros mismos, responsables de nuestras emociones y empezar a relacionarnos y actuar en nuestra vida  desde lo elegido, nuestro corazón.

Si estamos dominados por emociones inconscientes; como la necesidad de ser amados o de no estar solos, acabamos adaptándonos y co-creando una realidad que no nos satisface y nos llamamos adultos, pero un adulto es capaz de darse lo que anhela, de construir su propio “templo” interno.

Ser un adulto también tiene que ver con la valentía y el compromiso de ser puramente TÚ.

Aprovecha todo aquello que está ocurriendo en tu vida y todas aquellas personas que tocaron y tocan alguna herida profunda, algún dolor para des-aprender y aprender sobre quién eres, transformando tu vida.

Crea relaciones adultas, responsabilizándote de quien eres y de lo que sientes.

CONÓCETE.