La sombra de ser Tú

La sombra de ser tú, es una sombra, porque siempre acaba dominando tu existencia para que no te expreses, para tapar, para encajar, para adaptarte a la vida que la sociedad, la familia, la pareja desean y necesitan.

Ser tú mism@ parece fácil, pero no lo es, no lo ha sido para mi.

Hace 6 años decidí cambiar mi vida por completo y saltar, saltar al vacío de lo desconocido, me atreví a sentir el miedo, la incertidumbre y la soledad que sientes cuando decides ir a por tus sueños y cambiar tu vida por completo. Y entonces decides hacer aquello con lo que llevas fantaseando toda tu vida y te lanzas a por ello, a trabajar en algo imposible aparentemente para tí, a vivir de una manera que parece que solo unos pocos puedan hacerlo, a ser de una manera diferente que ni si quiera sabes, pero que intuyes, a AMAR desde las entrañas sin arnés de seguridad…

Hace 6 años decidí saltar para empezar a VIVIR desde el corazón, eligiendo cada elección de mi vida y dejar de ser quien no era.

Lo peor de saltar al vacío, de arriesgarte, de elegir ser tu mism@, no es el salto; dar un salto así es lo más intenso y maravilloso que he sentido jamás. Lo más duro de saltar es cuando ves que empiezas a caer, si, porque vas caer; quizá de pie, de lado, o de cara, esto ya depende de ti, pero CAER ES NECESARIO PARA EMPRENDER ESTE NUEVO VIAJE. Y cuando saltas pensando que no hay caída, que va a ser un salto a lo Neo en Matrix, la caída es incluso más dolorosa.

Caerse es necesario para cambiar, caer es necesario para re-nacer. Pero a veces cuando inicias el viaje no eres consciente del camino, crees que estarás segur@ y que lo tienes todo controlado, pero eso no es sí. Y cuanto antes aceptes que no es así, antes te levantarás de esa maravillosa caída libre.

Y es cuando caes y aterrizas, cuando realmente te encuentras con el precio de ser tu mism@, de hacerte responsable de ti, de TRANSFORMAR TU SOMBRA EN LUZ.

El caos se apodera de tí; no sabes cómo hacer aquello que quieres, el terror que sientes cuando no confías en que sabrás hacerlo, en que podrás hacerlo sol@, la vergüenza y el miedo a hacerlo mal, de fracasar.  El vértigo de emprender tu vida, tu camino, tus decisiones, tus elecciones, sin apoyo, sin alguien que te diga que todo va a salir bien, SOL@. Sobretodo porque muchas veces cuando tomas estas decisiones de cambio, mucha de la gente que te quiere, como tiene miedo por ti, no se cansan de intentar convencerte y “ayudarte” a que vuelvas a lo de siempre o te retires de ese salto al vacío que quieres llevar a cabo.

Ser nosotr@s mism@s también encarna ser nuestra sombra y cuanto más evitamos aceptarla y amarla, más alejados estamos de nosotr@s mism@s.

Hemos sido educados en una sociedad dónde es necesario restringir partes de quienes somos, para pertenecer.

Parte del viaje de hacernos responsables, de ser adultos es; elegirnos a nosotr@s mism@s por encima de esas condiciones; de esas trampas, de esas cadenas impuestas en cualquier sistema, social, familiar, de amistad o pareja.